martes, 13 de noviembre de 2007

COEDUCACIÓN CURSO 2007-2008. por Carlos Lema

Este curso 2007-2008 el coordinador de la Coeducación es Carlos Lema.

domingo, 24 de junio de 2007

Educación en valores

Mi escuela y mi mundo.
Esta página es muy completa para trabajar la Educación en Valores.

II JORNADAS DE FORMACIÓN DOCENTE EN IGUALDAD DE GÉNERO y IV


Para terminar con la crónica de las Jornadas de Baeza nos referimos a la conferencia final del día 27 a cargo de la Doctora Nieves Blanco, Profesora de Didáctica de la Universidad de Málaga: “Aprender en relación: recetas para crear libertad”
En su disertación defendió el concepto de “recetas” como lo utiliza la poeta Ana Mañero en el sentido de “contar lo que tú haces, hablar en primera persona”.
Y se preguntó “¿Qué tiene valor educativo?:
  • Preparar para la libertad creando posibilidades.
  • Educar en masculino y en femenino”.
Ello significa evitar la neutralidad, trabajar desde la diferencia, desde el reconocimiento de la diferencia como riqueza. La diferencia es distinta a la desigualdad. La negación de la diferencia es la que crea la desigualdad a partir de la jerarquía, no del “estar al lado”.
Ello significa una serie de cambios internos que nos afectan y que debemos tener en cuenta porque nos obligarán a pensar de nuevo un modo de estar en el mundo, interpretarlo y relacionarnos con él.
La realidad cambia cuando nuestra mirada, nuestra relación con la realidad, cambia. Pero no puede haber cambios si no cambia nada en nuestro interior.
Y se preguntaba ¿Qué hacer?:
  • Apoyar los cambios.
  • Evitar la lógica víctimas-culpables en el análisis de la realidad.
  • Integrar esfuerzos y buscar complicidades.
Hoy las chicas no se reconocen como víctimas y si se les coloca en esa posición lo rechazan porque es como si eso fuera algo de “nuestro pasado” y lo interpretan "como si no quisiéramos conocerlas".
Por otro lado los chicos creen que son los responsables de lo que determinados hombres han hecho en el pasado y, en lugar de analizar para entender, colocan una barrera que impide la comunicación.
Por ello se trata de promover cambios para vivir mejor, no para victimizar, de ahí que sea necesario fomentar las parcelas de libertad en las que cada sexo pueda expresarse libremente para elegir y asumir los cambios.
Los cambios son de todos y de todas, no es un asunto de mujeres para las mujeres. Los hombres deben preguntarse por sí mismos, del mismo modo que los profesores deben ser conscientes de que son modelos para los chicos.
Hay que apoyar los cambios con firmeza y delicadeza, desmontando prejuicios sin confrontación, apelar más al sentido que al derecho, persuadir más que imponer y apoyarse en las relaciones, aprender de l@s demás y con l@s demás.
Como sugerencia para la acción se debe apostar por promover acciones en positivo, por ejemplo:
  • Apoyarse de lo que se hace bien, en lo que tiene éxito: buscar modelos femeninos y elecciones profesionales no convencionales como algo positivo.
  • Darle la vuelta a la forma de mirar la realidad (proyecto “Relaciona” del IAM): presentar buenas relaciones frente a violencia; buenos tratos frente a malos tratos; bienestar frente a conflicto.
  • Analizar modelos de mujeres y hombres en la publicidad, el cine, música, videojuegos. Modelos positivos, no solo los negativos.
Para ello recomendó el documento del IAM “La diferencia sexual en el análisis de los videojuegos”.
  • Trabajar con las familias temas de Convivencia y resolución de conflictos además de la orientación educativa. “Conflictos en la escuela sin violencia” del IAM.
Y utilizar la gran cantidad de recursos del Instituto de la Mujer disponibles
como “Los saberes de cada día”, para secundaria,
“El misterio del chocolate en la cocina”, para primaria.
“La actividad científica en la cocina”,
“Aprender a cuidar y a cuidarnos”,
“Contar cuentos cuenta”,
“Matemáticas y transversales” de Rosario González Vigil.
Y la gran cantidad de recursos de la Revista catalana de estudios feministas DUODA

En definitiva, y como conclusión, no hay que renunciar a nombrar la realidad como es, y esa realidad está compuesta por hombres y mujeres, porque está demostrado que lo que no se nombra no es, no existe.


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escrito por Juana G. Linares a las 9:54 AM | 0 comentarios | enlaces al post

Personas como nosotras



La lectura de una noticia y dos reportajes en este fin de semana me han reafirmado aún más en mi idea de la suerte que tenemos, como seres humanos, de vivir en la sociedad occidental de la democracia y el bienestar. Hemos nacido con todo esto, y creo que no nos damos cuenta de que no es tan natural y tan corriente disponer de agua (y caliente! y abriendo un grifo!) cada día, ir a la compra y llenar el carro, tomar una cerveza con los amigos. Y en el caso de ser mujeres, poder trabajar, conducir un coche, lucir la ropa que nos gusta, divorciarnos...
De hecho, la conquista de estas libertades nos ha llevado muchos siglos, viene durando solo unas pocas décadas (las transcurridas desde la última guerra mundial) y son terriblemente frágiles: cualquier conflicto armado puede acabar con todo nuestro sistema de vida en tan solo unos días, incluso unas horas. Y en absoluto es difícil que se produzca.
Todos sabemos, aunque no lo veamos, porque queda un poco lejos, que la mayoría de la humanidad no disfruta de las mismas condiciones de vida que nosotros. En cuanto a bienes materiales y en cuanto a derechos humanos. En el caso de las mujeres la diferencia es todavía más dramática.
Irán: el decoro: En Irán, como casi todas las primaveras, los “guardianes de la moral” acosan a las mujeres. Más de tres mil detenidas por usar colores brillantes, dejar escapar del velo un mechón de cabello o ceñir demasiado la ropa a su cuerpo. La revolución islámica decretó que las mujeres debían taparse el pelo y llevar ropa larga y amplia que ocultara las formas de su cuerpo. Quienes ignoraban la norma podían ser flageladas, encarceladas y multadas. Aunque las mujeres intentan desafiar las estrictas normas del “decoro”, la situación no ha cambiado en demasía.
(Los vigilantes del decoro asedian a las iraníes. El País, 14-V-2007)

Afganistán, el burka: La situación de las mujerestras la caída de los talibanes sigue siendo básicamente la misma. Cierto que ya pueden trabajar, pero pocas lo hacen. En teoría el burka no es obligatorio, pero casi todas siguen llevando la agobiante vestimenta. No son libres de elegir esposo y tras la boda pasan a pertenecer completamente a su marido y la familia de este. De hecho, muchas jóvenes, entregadas a maridos generalmente mucho mayores que desde el principio las maltratan, optan por el suicidio como única salida a su desgraciada vida.
(Afganistán tras el burka. El País, 13-V-2007)

Irak: la lapidación: En Irak una chica de solo 17 años, enamorada de un musulmán, ha sido lapidada por hombres de su propia familia. Pertenecía a la secta yazidí, minoría religiosa kurda que prohíbe a sus adeptos el matrimonio con personas de otras etnias o religiones. Esta secta -una mezcla de islam, judaísmo y cristianismo- tiene muchas reglas: los varones no deben arrancarse ni un solo pelo, ni lavarse, ni siquiera la cara, y las mujeres tienen que ir siempre de blanco, y no pueden aprender a leer ni a escribir.
(Apedreada hasta la muerte (El País, 5-V-2007)
Y todas estas mujeres viven en el mismo planeta y en el mismo siglo que nosotras.
escrito por Meli a las 10:58 PM

Personajes masculinos en la literatura: los seductores



Para concluir esta serie de tipos de personajes femeninos y masculinos en la literatura, que no se pretende completa, vamos a hablar de los seductores. Don Juan y Giacomo Casanova son absolutamente intemporales. El mito de don Juan fue tratado por Tirso de Molina (EL burlador de Sevilla, en el siglo XVII) y por José Zorrilla (Don Juan Tenorio, en el XIX). En el XVIII vivió Giacomo Casanova, este sí una persona real, que ascendió a la categoría de literario por su trayectoria vital y por la redacción de sus memorias.

Cuando uno evoca el nombre de Casanova, le viene a la mente, inevitablemente asociada, la imagen del seductor por antonomasia; y es que la leyenda del personaje: conquistador lujurioso, de insaciable lubricidad y de enorme éxito en sus conquistas, ha llegado a eclipsar al hombre real, refinado, culto y, por su biografía, bastante humano. En los treinta y nueve años que duró su vida amorosa, estuvo con ciento veintidós mujeres: actrices, monjas, cortesanas, damas de la alta sociedad... Mujeres de las que Casanova se enamoraba con cierta ingenuidad, con pasión, de verdad. Mujeres que, en no pocas ocasiones, se aprovechaban de su generosidad y que siempre conservaron de él un recuerdo dulce y nostálgico, pues el terrible y disoluto seductor era un amante magnánimo y tierno.

“Reconociendo que durante toda mi vida he actuado más a impulsos de los sentimientos que obedeciendo al resultado de mis reflexiones, he creído reconocer que mi conducta ha dependido más de mi carácter que de mi razón, que habitualmente han sido opuestos, y, en sus choques constantes, nunca me pareció tener una razón a la altura de mi carácter ni un carácter a la altura de mi razón”.

Don Juan es también el seductor en esencia pura: romántico, canalla, irresistible. Capaz de cualquier locura por conseguir el favor de una mujer, pero una vez la ha conquistado pierde el interés y centra su atención en otra. Carece de cualquier freno o respeto por cualquier norma, legal o ética. El "burlador" de Sevilla es capaz de seducir a una mujer por pura diversión o por una apuesta:

Por donde quiera que fui,
la razón atropellé
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.

Don Juan apuesta con su amigo Don Luis que le quitará a su prometida, Doña Ana de Pantoja, y que además conquistará a una novicia. Por la noche, Don Juan seduce a Doña Ana haciéndose pasar por su prometido. Después, escala los muros del convento donde está encerrada Doña Inés y la rapta. Don Juan y Doña Inés se enamoran locamente.

Se da un cruce de coincidencias entre los dos personajes: El mito de Don Juan atrae porque a pesar de ser ficción es terriblemente real y reconocible; el de Casanova por lo contrario: a pesar de ser real alcanza las cimas de lo literario: es una vida “de novela”.
Por supuesto, la pasión en un hombre no es vista, al contrario que en la mujer, como peligrosa. Los seductores no reciben castigo. Incluso el amor los redime, como es el caso de Don Juan (aunque en la siempre católica España tenga que pasar primero por el enojoso trámite de arrepentirse). Estos personajes resultan simpáticos a pesar de su malicia (Casanova) o su evidente maldad (Don Juan), y pueden, e incluso deben, jactarse libremente de sus “hazañas” Todos los hombres querrían parecerse a ellos y, por lo visto, no existe mujer que se les resista. Su fama multiplica sus conquistas. En lugar de huir de ellos, como resultaría natural, todas “se dejan” vencer. Se reparten entre ellas la culpa que no se atribuye al seductor y, en todo caso, parece que hay un general empeño en ser “la definitiva”, la que les hace enamorarse de verdad y consigue cambiar su vida. Empeño que pertenece más a la moralina de la sociedad que a la literatura misma.
En todo caso, al hablar de “seductores”, he de decir que “canalla”, “sinvergüenza”, “lujurioso”, “depravado”, etc., son cumplidos más que reproches. Personajes más envidiados que los grandes héroes medievales o los grandes conquistadores, son poseedores de la cualidad primordial en estado puro: ¿Quién querría ser Colón o Rodrigo Díaz de Vivar? mejor ser don Juan, o mejor aún, Casanova, porque este último ni siquiera tuvo que arrepentirse.

Ya van 26 víctimas en 2007




Ayer moría en Vitoria la última víctima de violencia de género. Esta semana ha sido fatídica y el año está resultando desastroso: ¡ya son 26 las mujeres que han resultado víctimas de este tipo de violencia!.

Al contrastar ciertas noticias, uno lee que, en lo que va de fin de semana han perecido "unas cuantas" (ni nos fijamos en el número) víctimas de accidentes de circulación, siguen pereciendo inmigrantes en su intento de llegar en cayucos a costas españolas, las víctimas de las zonas de conflicto ya dejan de contarse y no ocupan las primeras de los diarios...Ya nos hemos acostumbrado a estas cifras y, por ello dejan -tristemente- de ser relevantes, dejan de ser noticia y ocupan rincones recónditos de páginas centrales de los periódicos.

Por desgracia, al leer la noticia de la última víctima, he tenido esa misma sensación: he tenido que ir hasta la página 42 de El País para dar con ella. Sólo ocupan las primeras o páginas más importantes aquellas muertes que se producen con algún "morbo" especial. ¡Como si todas no fueran igualmente trágicas y no tuvieran la misma raíz! Como la mayoría de las víctimas, ésta había puesto denuncia por malos tratos en tres ocasiones, e incluso había pedido protección, que había sido denegada por el juzgado.

Algo se está haciendo mal ya que desde que se aprobó la Ley Integral contra la Violencia de Género no han disminuido los casos de asesinato. ¿No existen mecanismos para evaluar la aplicación de dicha ley, para hacer un seguimiento de los casos denunciados? ¿No son evaluables las acciones de los jueces? Seguro que sí, pero ¿se evalúan?

¡Paremos ya esta barbarie!
La imagen es del gran Forges, que, como siempre, es clarividente.

LA VIOLENCIA QUE NO CESA


La joven de 25 años, asesinada en Pontevedra ayer por su novio, es la número catorce desde que empezó el año; es una cifra parecida a la de años anteriores, después de ponerse en marcha medidas de protección contra las mujeres. Los resultados demuestran que esas medidas son insuficientes o inadecuadas puesto que no se ha producido una disminución de las mismas.
En realidad es un problema de difícil solución si no cambian las relaciones hombre-mujer en nuestra sociedad, si no cambia la visión posesiva del hombre, si no acepta a la mujer como persona con los mismos derechos que él, si no modifica su papel en relación con la mujer. No bastan las órdenes de alejamiento, que no se cumplen, ni las sentencias suaves si no hay un cambio de mentalidad. Tendremos que seguir trabajando aún más el tema en las clases para que aprendamos a utilizar las manos pra acariciar y no para agredir o matar.